agosto 26, 2008

ZAPARRASTROSA


Llego la zaparrastrosa
entró sin ser invitada
vergüenza ajena imponía
con su túnica hilachada
bebió y comió como rea
ensució lo que tocaba.
Como el mar rojo se abrían
las gentes cuando pasaba.

Un hombre de fina estampa
con bizarría envidiada
se acerco a la mujerzuela
con sonrisa en la mirada.
Para sorpresa de todos
brindó por la condenada
y a viva voz, con firmeza
le pidió le acompañara.

Se elevaron los murmullos
repeliendo tal hazaña
que callaron de repente
ante la fuerte mirada.
"Si alguien es mejor que ella
que venga y me dé la cara"
espetó en dura sentencia
sin que nadie contestara.

Cuánta miseria se esconde
bajo ropa refinada
y oculta bajo un alfombra
cuanta mugre acumulada.
No es malo lo que parece
Satán se oculta con mañas.


Enrique Páez Márquez
Tucumán - Argentina
Agosto 22 de 2.008