diciembre 11, 2014

«A una mujer que se afeitaba y estaba hermosa»

(El "soneto de uno de los Argensola")
––––––––––––––

Yo os quiero confesar, don Juan, primero,
que aquel blanco y color de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.

Pero tras eso confesaros quiero
que es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual de rostro verdadero.

Mas ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así Naturaleza?

Porque ese cielo azul que todos vemos,
ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!

––––––––––––––

Lupercio Leonardo de Argensola (1559 - 1613)
Bartolomé Juan Leonardo de Argensola (1562 - 1631)
Nacieron en Barbastro, Huesca, Aragón. 
NOTA:
Parece haberlo escrito Lupercio Leonardo, como hablando a su hermano Bartolomé Juan, al que menciona por su segundo nombre.

diciembre 05, 2014

Reflexiones de Daniela


  «Perdona si se me desabotona el corazón cuando me hablas.»

  «No sé donde esconder la felicidad cuando te acercas.»


  «En el poema de tu boca se extienden todos mis abismos.»

  «Había olvidado lo que nos duraba la felicidad.»



Daniela Karina Tomé es músico, guitarrista y compositora.
Ella suele escribir canciones; su poesía es mayormente la trova.
Pero suele escribir reflexiones poéticas, como estas. ¿Les gustan?

noviembre 24, 2014

Noviembre, eres Mío (soneto)

Noviembre… me fascina tu presencia
y el ambiente de tus días austeros.
En ellos marca el otoño su esencia
y de hojarasca alfombra tus senderos.

Senderos calados de esplín, de ausencia,
de recuerdos que retoñan enteros...
Y otros que rimas con magnificencia,
sueños fantásticos y verdaderos.

Verdaderos primores, tus sonrojos
que exhibe el topacio del firmamento;
caricias divinas para mis ojos.

Ojos que cierro al canto de tu viento
para besar tus crepúsculos rojos...
En el rubio paisaje somnoliento.

ISABEL
21/11/14

Grito Desesperado

Sentada frente al espejo,
confieso mis sentimientos
y un dolor que ya es añejo.

Dolor de ausencia sin calma,
herida que nunca cierra.
Cicatriz negada al alma...

Amor, ¿por qué tu mutismo?
Sollozo al interrogar,
y grito hundida en mi abismo:

¡Llora, pasión vespertina,
que a tu lluvia enardecida,
cese el mal que me acoquina!

¡Llora, pasión vespertina!

ISABEL
12/11/14

Soneto para la Luna Nueva

Vi tu saludo, luna renacida.
Feliz lanzabas besos y suspiros
para alguna ilusión indefinida...
Y vi, el brillo azul de dos zafiros.

El de tus ojos, chispazos de vida,
auroras de poema anochecido...
Luceros que señalan tu salida,
imanes de amor y sueño cumplido.

Abre lunita tu halo de oro y fuego...
Y permite que busque en tu mirada,
sazón para mi otoño, te lo ruego.

Yo sé que conforta en la edad dorada,
el mágico licor de tu sosiego...

Haz que lo beba mi alma fatigada.

ISABEL
23/10/14

Negada al Olvido

¿Cómo borrar tu recuerdo?
—Exclamaba emocionado—.
Si estoy de ti enamorado;
moriría si te pierdo.

Su decir… él ha olvidado.
Mas mi corazón herido
grabóse cada latido
de aquel amor del pasado.

¡Cómo borrar su recuerdo!


ISABEL 18/10/14

noviembre 23, 2014

Me basta saber de ti (angustia)


Cuando mis momentos se vacían
y me tortura esta verdad
que cargo a cuestas día y noche, 
me basta saber de ti. 

Y se van las sombras del abandono

en que me sometió Dios
aun no sé el para qué...


María Ayala (Monterrey, NL, México)

noviembre 13, 2014

A veces


               A veces pienso
           
           Que la vida
           se llevará mi vuelo.
           a destinos desconocidos.
           
           Que moriré
           de sobredosis de recuerdos
           
           Que será
           una muerte trágica, la mía,
           porque me faltará aire.
           
           Que me iré
           con ojos abiertos,
           buscando tu imagen.
           
               Extraviada 
               en laberinto de sueños
               enredados por la nada
               de mi cerebro en blanco y negro.
           
           Y que apretará mi garganta
           tu indiferencia.
           
               Luego me pregunto
               si quedará impune tu olvido.

María Ayala
Monterrey, N.L., México

noviembre 02, 2014

Soneto de la dulce filosofía


La vida hay que vivirla lentamente
sin prisa, sin angustia, sin recelo,
como quien mira simplemente el cielo,
como quien bebe de una pura fuente.

Vivir entre el pasado y el presente,
vivir sólo lo hermoso, el noble anhelo,
sin descorrer el misterioso velo
de lo que ha de venir forzosamente.

Mira la rosa y goza con su encanto,
abre el pecho y el alma a la mañana
y pon tu vida en el amor y el canto.

Goza el frescor que de la noche mana,
trueca en sonrisa la acritud del llanto
y abre al sol y a los vientos tu ventana.

                                                       Buenos Aires 1977
                                                       Fermín Estrella Gutierrez  (Almería, 1900 - Buenos Aires, 1990)

octubre 26, 2014

Aquí Entre Nos.


Si el recuerdo de algún ciclo lastima,
separa del alma su candileja.
Es ayer que en tu presente no rima.

Pero si el pasado en vez de una queja
con sonrisas cosquillea en tus labios,
suspira, es amor que no se aleja.

Si recordar es vivir, es de sabios
elegir, lo que halague al corazón,
evadiendo los amargos resabios...

Así no habrá ahogos ni cerrazón.
Porque serán caricias los recuerdos
y un alivio ante cualquier tropezón.

¿Te molesta no olvidar desacuerdos?
Los ramos de pensamientos marchitos
tíralos. ¡Qué se los coman los cerdos!
           

octubre 17, 2014

Then I'll live

                                   
                  Don't care
                  the immensity
                  of world.
                
                  Nor understand
                  your idea
                  of love.
                
                  I will go round
                  around
                  the stone.
                
                  Then I'll live
                  in myself
                  just alone.


devoted to John Lennon
Orlando F. Menéndez

No importa la inmensidad del mundo. 
Tampoco entender su idea del amor.
Voy a dar la vuelta alrededor de la piedra.
Entonces viviré en mí mismo así, solo.  

                                                                                       Orlando F. Menéndez

julio 02, 2014

Miro objetos y veo tus ojos


Poema del día 1 de Julio de 2014

Miro objetos y veo tus ojos;
escucho violines en un atardecer de sombras
a la espera de abordar el tren de las seis.

Y me hacen crecer las ganas de volver a verte,
de sentir tu mano sobre mi rodilla entumecida 
y renuente a hacerme caminar.

En mi espalda surge 
una montaña de hueso 
que sobresale hasta la puesta del sol.

Entonces recuerdo que yo era aquella,
la misma que provocó tu temblor,
que te hizo el amor sin que te dieras cuenta
mil veces en cuatro tiempos dos compases y seis silencios.

Mi cerebro podrá confundirme,
olvidar "cierto" día, pero ¿olvidarte a ti?
¡Jamás! Ni tus ojos ni tu boca, Corazón Mío.

Silenciándome intento escribirte mis versos
deseando que se prendan de tu boca
y se cuelguen de tus pestañas…
¡Ah,… cuánto te quiero!


©   María  Ayala (Monterrey, N.L., México)




mayo 24, 2014

CAUTIVA


María Ayala con Yeya

             
             ¿Qué hago aquí
             comiéndote a palabras,
             olfateando tu sombra,
             adivinando tu parpadeo?

              
             Trenzo laberintos con tu risa,
             me tatúo caricias inventadas.
             —¡Huye! —me dice la razón,
             pero no puedo salir de ti.


©   María  Ayala
Monterrey, N.L., México


Mi amiga regiomontana, me sigue sorprendiendo con nuevos escritos. Ésta es una bella poesía, de ágil lectura pero profundo sentimiento (como tiene que ser). Muchas gracias, colega María, por seguir ofreciendo tan bellas poesías dignas de admirar.

mayo 11, 2014

EDGAR ALLAN POE

Edgar Allan Poe (dibujo)


Pompas del mármol, negra anatomía
Que ultrajan los gusanos sepulcrales,
Del triunfo de la muerte los glaciales
Símbolos congregó. No los temía.

Temía la otra sombra, la amorosa,
Las comunes venturas de la gente;
No lo cegó el metal resplandeciente
Ni el mármol sepulcral sino la rosa.

Jorge Luis Borges
Como del otro lado del espejo
Se entregó solitario a su complejo
Destino de inventor de pesadillas.

Quizá, del otro lado de la muerte,
Siga erigiendo solitario y fuerte
Espléndidas y atroces maravillas.
                        

                                   
                                     soneto de Jorge Luis Borges

DELECTACIÓN MOROSA


La tarde, con ligera pincelada
que iluminó la paz de nuestro asilo,
apuntó en su matiz crisoberilo
una sutil decoración morada.

Surgió enorme la luna en la enramada;
las hojas agravaban su sigilo,
y una araña en la punta de su hilo,
tejía sobre el astro, hipnotizada.

Poblóse de murciélagos el combo
cielo, a manera de chinesco biombo;
sus rodillas exangües sobre el plinto

manifestaban la delicia inerte,
y a nuestros pies un río de jacinto
corría sin rumor hacia la muerte.

                                                   Soneto de Leopoldo Lugones

mayo 01, 2014

CASI GRINGO


Yo soy del Chaco argentino,
nacido en esta región
soy tan hijo de esta tierra,
que me siento emparentado
al quebracho colorado
y al capullo de algodón.

En mis venas corre sangre
de la Italia forjadora
de la estirpe labradora
que en mi patria se afincó.

Fueron gringos mis dos padres
y también mis dos hermanos
que desde suelo italiano,
con la América soñaron.

Aquel sueño y el destino,
los empujaron un día
a dejar toda una vida
por otra, tal vez mejor
y en un buque se embarcó
con lágrimas mi familia.

Porque allá dejaron todo
con sus penas y alegría:
a la patria, a sus amigos,
a sus padres, a la villa,
a los sueños de la infancia,
que eran carne de ilusión.

Mas sus pupilas mojadas
con llantos de mil ausencias
se secaron de esperanza
al ver esta noble tierra
que esperándolos estaba
para borrar con su sol,
las noches de tantas guerras;
que esperaba para darles
un arado y una reja,
trigo de paz para el pan
y un rancho para querencia.

Así llegaron al Chaco,
mis hermanos y mis padres
plantando una humilde chacra,
rodeada de quebrachales
pagando en sudor de sangre
sus blancos algodonales
y olvidando con trabajo,
la noche de sus pesares.

Luego, Dios, que nunca olvida,
premió el sufrir de mi madre
con un puñado de hijos,
tan rubios como trigales
y trigueños color sombra
de adentro de los obrajes.

Entre ellos, llegué yo
a ver la luz de este Chaco,
a escuchar sin comprender
los mil murmullos del campo
a gastarme las rodillas,
gateando por todo el rancho
y prenderme de mi madre,
para dormirme mamando.

Yo ni contaba dos años,
cuando mi madre partiera
para dar vida a otro hermano…
Ya nunca la volví a ver,
ya nunca estuvo en el rancho,
solo volvió mi familia,
todos de negro y llorando
y mi hermana la mayor,
mientras me alzaba en sus brazos
trató de hacerme entender,
que mi madre no estaría
nunca jamás en el rancho
porque Dios la había llamado
para tenerla a su lado.

La chacra quedó en silencio,
todos hablaban despacio
y yo recorría el patio
siempre buscando y buscando.
Mas un día se quebró
el silencio con un llanto
que brotaba de la cuna
hecha de rústico palo.
Hacia adentro fui corriendo,
los ojos grandes mirando,
y asomado a la cunita,
he visto de cerca el llanto...

Era un trueque del destino,
mi madre por un hermano:
así terminó su vida,
dejando otra vida en cambio,
y se internó tierra adentro
por sujetarnos al Chaco.

Porque si yo tengo sangre
de esa gringa de otros pagos,
también la tiene la sombra
profunda de los quebrachos.

Y si sus huesos y carnes
viven en mi ser andando
también viven en la tierra
de una tumba de este pago
y están abonando el suelo,
caliente de nuestro Chaco.

Por eso es que yo me siento
emparentado a esta tierra;
por eso es que yo teniendo
tanta sangre de italiano
me siento tan argentino,
tan chaqueño y tan hermano
de las chacras, de los montes,
de los indios mocovíes,
de los tobas y matacos,
razas todas que en la selva
de entre los cardos brotaron
como fruto de esta tierra
donde mi madre ha quedado.

Todo tiene algo que ver
con mi sangre y su pasado.
Por eso, aunque casi gringo,
lo quiero tanto a mi Chaco.


Luis Landriscina (n. Colonia Baranda, Chaco, Argentina, 19 de diciembre de 1935)
Poema, resumen autobiográfico, de su libro “De todo como en galpón”, 1994.