septiembre 19, 2015

Sin Final y sin Barreras.

Isabel Ramírez Carreón
Mirando de cerca al ocaso.
Me llegan tus etéreos mensajes.
Los percibo claramente
en la opacidad de esta noche
que cubre todo con su sombra.

Son frases que desbordan pasión.
Las bebo con avidez y deleite
en el hueco de mis manos,
corola de sedientas caricias.

Hoy el insomnio me ha permitido
que dibuje al centro y al margen
de tus perceptibles letras,
mi delirio: Tus labios.

De ese modo siento que me besas
y renazco a la alegría de la vida,
en el sortilegio de la caricia
de un amor sin final... y sin barreras.


17/09/15

septiembre 14, 2015

Ante un cuadro de Edward Hopper

Automat (1927), Edward Hopper

La soledad es un sapo taciturno
que contagia de gris lo que contemplan
sus pacientes ojos hemisféricos.

La soledad es un caracol flemático
que ensaliva sin diligencia techos y paredes.

La soledad es una perenne lluvia mínima
que penetra ladrillos, mármoles, mesas y sombreros.

La soledad es un abrazo que circunda
y que nunca desatiende a su presa.

La soledad, desde siempre deshabitada,
se colma si acaso de ecos de sí misma.

Y se nutre, la soledad, de multitudes urbanas
que pasan rozando armadas de muros de distancia.
  
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Nota: 
Un "Automat" es un restaurante donde mediante máquinas expendedoras uno puede servirse un café o algún tipo de comida rápida. El primero se puso en marcha en Berlín en 1897.
Pedro Crespo