Madre, vengo a despedirme
Hoy para siempre me marcho.
No tardarán en venir
A prenderme los soldados.
¡ Soy desertor, madre mía !
De mi cuartel he escapado.
¡ Yo no quiero ir a la guerra
para matar a mi hermano !
Para algunos, soy cobarde;
Otros me gritan ¡ "payaso"!
Me hablan de ideal y de patria
Y de deberes sagrados.
Debo ser muy necio, madre,
O no sé de lo que hablo...
Para mí eso de la guerra
Es algo que está muy claro:
Dolores, hambre, miseria,
La muerte por todos lados...
Y cuando todo termina,
La angustia de lo pasado.
Sufrir es cosa concreta:
¿por qué me hablan en abstracto?
Yo no puedo matar, madre.
A mi me han enseñado
Que somos hijos de Dios,
Que todos somos hermanos.
A un hijo de mi Padre,
¿cómo haré para matarlo?
El padre cura me ha dicho
Allá en su confesionario:
"matar es cosa muy mala,
más en guerra no es pecado"
y ¿cuál es la diferencia?
Le dije casi gritando.
¡"Lo mismo derramo sangre
y es la sangre de mi hermano!
Todas las madres son una,
Y todas están llorando...
Los hijos, todos en uno
Se mueren abandonados.
Ver esos hombres sangrantes
¿Le place al Buen Dios, acaso?
Podrá ser como usted dice,
Y matar no sea tan malo,
Pero, ¡por Dios se lo juro,
No he de matar a mi hermano!
"No es tu hermano, es tu enemigo",
me dijo un joven soldado.
Había sangre en sus pupilas,
Un gesto cruel en sus labios.
Y cuando vi esa violencia
De ojos desorbitados,
Esa mirada de odio,
Aquellos puños crispados...
Vi en aquel hombre una bestia,
Sentí el dolor del espanto.
¡Ser hombre es algo tan noble
y parecía tan bajo!
Un hombre no es menos hombre
Por que esté del otro bando.
Y además, confieso, madre
A veces me he preguntado:
¿Cómo saber la verdad?
¿Cuál será el equivocado?
¿Será más noble mi credo
por que maté a mi contrario?
Él es hombre, yo soy hombre
Podemos estar errados...
¿Por qué no buscamos juntos
en vez de buscar matarnos?
Él pisa la misma tierra
Que tú, madre, y yo, pisamos.
Él respira el mismo aire
Que nosotros respiramos.
¡No es enemigo, madre,
yo lo siento como hermano!
Y cuando él sienta lo mismo
La guerra habrá terminado,
Y en una paz de trigales
Nos daremos un abrazo.
Ya están golpeando la puerta.
Es a mí. Me están buscando.
Adiós, madre. Y no llores.
Tú comprendes porqué lo hago:
Antes que ser asesino
Prefiero ser condenado.
Y cuéntales al mundo, madre,
Que muero feliz, gritando:
"Me matan porque no quise
Disparar contra mi hermano".
Autor desconocido