agosto 21, 2012

¿QUIÉNES SON?


¿Quiénes son los que miran desde arriba,
barbudos tiranos de la Tierra Imaginada,
atroces jinetes del cielo amarronado?
Con su baile gastado se acercan cabalgando;
se inclinan, se asoman,… y picotean de mi mano
la jalea real que enveneno a escupitajos.

¿Quiénes son esos elegantes soberanos;
aquellos hombres-gato que festejan maullando?
¿Es que acaso no saben los patrones del tiempo
que el sol grácil ya se puso para ellos?
Las sombras acarician con su mano empolvada
el dolor de las almas que se saben cuerpo a tierra.

Y es que olvidan los elegantes caballeros,
que su reloj imaginario es supremo y no un derecho,
que la ley ya no existe y ese viejo astuto Don Tiempo
condena a los vivos a la eterna finitud,
a la desnuda conciencia del saberse huesudo
mientras los cadáveres gritan rasgando las rocas.

¡Que por favor les regalen un último suspiro!

                     
© Alejandra María Zani


agosto 03, 2012

Uno de mi calle me ha dicho

Uno de mi calle me ha dicho
que tiene un amigo que dice
conocer un tipo
que un día fue feliz.

Y me han dicho que dicen que dijo
que se tropezó en la calle
con un sueño y se entretuvo,
y desde entonces no estuvo
para nada ni para nadie.

Y a salvo de su conciencia
estrenó nuevas sensaciones
y asombrado,
comprobó que le iban bien.

Y me han dicho que dicen que dijo
que recreándose en la suerte
de ese sueño que atrapó,
pegó un grito y se escuchó
por primera vez.

Era un hombre como cualquiera:
ignorado, desorientado,
contaminado como cualquiera,
aburrido, desconocido,
y poco atrevido donde lo hubiera.

Y dicen que creció de tal modo
que llegó a alcanzar las estrellas,
que se sonrió con razón
como lo hacen los bobos sin ella.

Y uno de mi calle me ha dicho
que tiene un amigo que dice
conocer un tipo
que un día fue feliz.

Uno de mi calle me ha dicho
que han dicho las autoridades
que pasó el peligro,
que todo está bajo control,
que se trataba de un caso aislado,
pero no obstante recomiendan
que se tomen precauciones,
que quien lo prueba una vez
sueña en reincidir.

Si usted es un hombre como cualquiera:
ignorado, desorientado,
contaminado como cualquiera,
aburrido, desconocido,
y poco atrevido donde lo hubiera,
no vaya usted a crecer de tal modo
que llegue a alcanzar las estrellas,
que se sonría con razón
como lo hacen los bobos sin ella.

Que uno de mi calle me ha dicho
que tiene un amigo que dice
conocer un tipo
que un día fue feliz....
Joan Manuel Serrat