¿Quiénes son los que miran desde arriba,
barbudos tiranos de la Tierra Imaginada ,
atroces jinetes del cielo amarronado?
Con su baile gastado se acercan cabalgando;
se inclinan, se asoman,… y picotean de mi mano
la jalea real que enveneno a escupitajos.
aquellos hombres-gato que festejan maullando?
¿Es que acaso no saben los patrones del tiempo
que el sol grácil ya se puso para ellos?
Las sombras acarician con su mano empolvada
el dolor de las almas que se saben cuerpo a tierra.
Y es que olvidan los elegantes caballeros,
que su reloj imaginario es supremo y no un
derecho,
que la ley ya no existe y ese viejo astuto Don
Tiempo
condena a los vivos a la eterna finitud,
a la desnuda conciencia del saberse huesudo
mientras los cadáveres gritan rasgando las rocas.
¡Que por favor les regalen un último suspiro!
© Alejandra María Zani