Y MI CUERPO ME PARÍA
De pronto la luz hecha jirones
apareció en vahos envolventes;
me dí cuenta que me iba apagando
y olvidaba lo que nunca había olvidado:
Que la noche se tragaba la mañana,
que la orilla se metía en el mar,
que los pájaros volaban sin alas.
Y mi cuerpo me paría
en medio de la nada,
y yo me disolvía...
Quise encontrarme y volver a él,
y yacía sin puertas y sin carnes.
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