cultivada con obstinado
cariño...
Como el mejor verso de mi
otoño.
Te miro como el inusitado
milagro
que provocara mi pensamiento
cómplice de mi inquieta
locura.
Te miro como hace poco te
soñé:
Con rotundo entusiasmo…
Como el feliz laurel de mi
jornada.
Te miro como deseo que me
mires,
con los ojos abiertos a la
magia del momento,
con el alma... Con amor en
la mirada.
07/06/17
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