Entre las sedosas sábanas
y aromas de almizcle y de rosas
buscaba su botella preferida.
Ansioso e inexperto, mareado
con tan sincronizado bandazo,
cual nave agitada en alta mar;
lucha por salvar a sus grumetes
de colas, de sales, y de espumas.
y al fin, cuando todo creía perdido,
encuentra su botella tan deseada
y brindan de su vino.
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