febrero 26, 2008
Estación anticipada
Llegaste a mí de madrugada
colándote en mis versos de agonía,
dando luz a mi fe rendida,
vida a los poros de mi piel cansada.
Al mar quise navegarlo
y cual gaviota sin puerto
llevé mi corazón muerto
sin saber donde enterrarlo.
Al abrir tu puerta,
curar mi herida
y descansar mi cansancio...
me adentraste a paraíso extraño
y mi corazón volvió a la vida.
Huyó la muerte,
se fue mí frío,
y me llegó el verano.
estación calurosa, de tu mano,
de ti, mi Príncipe, amor y hermano.
María Ayala
febrero 23, 2008
A DÓNDE SE FUE EL AMOR
Hoy te esperaron mis labios,
planearon todo el día,
darte a tu llegada un beso apasionado.
Tú, llegaste
pero sólo les diste
un beso fatigado.
Por la noche, rodeada de silencios
te vi dormido a mi lado.
Entonces pregunté a las paredes
de nuestra habitación:
¿A dónde se fue el amor
lo saben ustedes?
Tú, puerta ¿acaso te abriste para que saliera?
Y la puerta me respondió:
“No, por aquí nunca entró...”
María Ayala
planearon todo el día,
darte a tu llegada un beso apasionado.
Tú, llegaste
pero sólo les diste
un beso fatigado.
Por la noche, rodeada de silencios
te vi dormido a mi lado.
Entonces pregunté a las paredes
de nuestra habitación:
¿A dónde se fue el amor
lo saben ustedes?
Tú, puerta ¿acaso te abriste para que saliera?
Y la puerta me respondió:
“No, por aquí nunca entró...”
María Ayala
febrero 22, 2008
DUALIDAD DIVIDIDA
He pensado mucho en ti
desde aquella madrugada,
que soñé que un colibrí
me traía en una nube blanca
lo que también tú soñabas.
Yo te soñaba cultivando
para mí, en un desierto manzanas;
tú me soñabas junto a ti
jugando a ser mujer
en lo blando de tu cama.
Luego, yo te soñaba
recostado sobre mis piernas;
tiernamente te peinaba los sueños.
Tú me soñabas leyéndote poemas
cubriéndote de besos.
Yo te soñaba en el risco de una montaña
y te abría mis brazos
para aprisionarte en mi pecho...
Tú, tú me soñabas,
haciéndote el amor en tu lecho.
Yo te soñaba alejándote de mí
y te gritaba, ¡no, no te vayas!...
De pronto escuché
el batir de unas alas.
Era aquel colibrí,
que se llevaba en otra nube blanca
mí sueño para ti,
para que supieras
que yo también te soñaba…
A la mañana siguiente,
me levanté con tristeza
pensando que todo había sido
un sueño que sólo yo soñaba...
de pronto, vi sobre la mesa,
un libro de poemas
y una canasta de manzanas...
.
desde aquella madrugada,
que soñé que un colibrí
me traía en una nube blanca
lo que también tú soñabas.
Yo te soñaba cultivando
para mí, en un desierto manzanas;
tú me soñabas junto a ti
jugando a ser mujer
en lo blando de tu cama.
Luego, yo te soñaba
recostado sobre mis piernas;
tiernamente te peinaba los sueños.
Tú me soñabas leyéndote poemas
cubriéndote de besos.
Yo te soñaba en el risco de una montaña
y te abría mis brazos
para aprisionarte en mi pecho...
Tú, tú me soñabas,
haciéndote el amor en tu lecho.
Yo te soñaba alejándote de mí
y te gritaba, ¡no, no te vayas!...
De pronto escuché
el batir de unas alas.
Era aquel colibrí,
que se llevaba en otra nube blanca
mí sueño para ti,
para que supieras
que yo también te soñaba…
A la mañana siguiente,
me levanté con tristeza
pensando que todo había sido
un sueño que sólo yo soñaba...
de pronto, vi sobre la mesa,
un libro de poemas
y una canasta de manzanas...
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febrero 11, 2008
YO VI LA SANGRE ACABAR A TU PADRE
A vos, que siempre estás distraído...
¡Yo vi la sangre acabar a tu padre!
(y sus toallas mojadas no eyaculaban más que agua
en las paredes de su bañadera…)
Yo he visto los bemoles de tus redondas notas
en tanto sus oídos no escuchaban más que una débil pieza…
Yo he visto los hedores de sus infiernos mórbidos
cuando tu sexo púber semejaba una tumba sacrosanta…
Y he visto el terciopelo de tus labios
cuando te recubriste del insensato humus de los muertos…
¡Degusté tu sabor de piano insomne,
tragué tu pócima de polonesas!
¡digerí tu infrecuencia sincopada
de malditas corcheas superpuestas!
¡Yo, por último, desgrané tus frutos!
y uno a uno, encendí todos tus granos!
¡Yo, por último, desglosé a tu madre
y una a una acoplé sus multitudes!
¡Yo violé el néctar de tu abrojo impío,
y crucifiqué al diablo de sus inequidades!
¡Yo no reniego de tus espejismos!
¡tan sólo soy espejo de sus reglas!
¡Yo no reglo finales ni principios,
tan sólo fundamento y pronostico!
¡Yo no aborto, ni quemo, ni regaño!
solamente acompaño hasta la muerte…
______________ Antares del Este
NOTA: Antares del Este es el pseudónimo de una poetisa de arte mayor, digna representante de la literatura contemporánea, libre de los estereotipados acartonamientos de las modas antiguas y actuales.
Antares del Este marca un rumbo diferente de escritura que aún muchos no están lo suficientemente capacitados para comprender, pues algunas personas se ocultan ante la verdad, no desean ver la realidad, no la asumen, la niegan.
Antares del Este sirve como referente válido a quienes aman el arte y a quieres desean ver en él las realidades.
Su nombre real es MARÍA LAURA BASSO
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