¡¿Quién dijo alguna vez
“AGUANTE EL HAMBRE”?!
¿Quién repitió en eructos cincuenta mil pan dulces,
Un cerdo, un ovejero y una ensalada rusa con gladiolos?
¿Quién se asomó al balcón en la víspera del Apocalipsis
Para apocali-víspero-tutear al P-U-T-O hambre mal-parido?
¿Y quién?
Decime, quién...
¿Quién bajó la escalera o el ascensor inmundo,
o simplemente atravesó un pasillo
para llegar a la puerta de casa,
¡ABRIR!
Y darle un beso ¡por lo menos!,
Al HAMBRE Y AL DOLOR
¿desconocidos?
Un pan dulce, una lágrima obsoleta,
Un vino desvinado antes de la vendimia!
Por si el aborto es ilegal o inmundo!
Un niño desniñado antes de la niñez
Por si la delincuencia aun es niña
En medio de este ¡ADULTO CIRCO!
¿Quién fue MADRE o fue PADRE
DE LA NECESIDAD
ENVUELTA EN LÁGRIMAS?
Su delgada silueta
Se desapareció entre MIS IMÁGENES
¡Cómo hubiera querido fotografiar
mi cara ante su rostro!
Mañana volverá.
Pactamos a las cinco de la tarde.
(Presiento que no puede cumplir horarios,
la espero cerca de las diez de la noche)
Yo le daré un abrazo
Un abrazo imposible, ¡imponderable!
(El mísero pan dulce se lo di hoy
Por si los niños…)
¡Le daré algún billete desastroso!
¡La negaré tres veces
antes que el gallo cante!
Pero yo,
¡sí, yo misma!
Judas cómplice-hermana ¡y mal parida!
¡Mal herida,
mal muerta,
mal cogida!
¡Yo besaré su frente despoblada…
y le contaré un cuento misterioso!
(apenas, sólo apenas mentiroso).
Será un cuento de hadas;
sólo eso.
Para que ELLA ME DUERMA ENTRE SUS LÁGRIMAS
cuando mi corazón la regurgite…
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Antares del Este (María Laura Basso) 30/12/2007
Comentario de la autora:
¡Sí, estoy mal porque Olga me toca el timbre!
(Pesa 36 kg tiene 3 hijos y anda por la calle, revolviendo los tachos de basura)
¡Ojalá pudiera no estar mal! ¡Ojalá pudiera no escuchar ese maldito timbre que me crucifica desde aquella primera vez en que le ofrecí mi amistad!
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