con ese desdén :
encender la hoguera
de mi gran pasión.
No juegues, no esperes ;
que hay quienes desean
quemarse en mi fuego.
Yo sólo prefiero
que con tus efluvios
me lo apagues vos.
ANÁLISIS Y COMENTARIOS sobre la poesía “DESDÉN”
¿Cómo logra la autora la belleza de esa poesía?
Utiliza uno de los elementos esenciales en la métrica española: MÉTRICA.
Con ese elemento, la autora logra el RITMO mediante la repetición del mismo número de sílabas en cada verso: SEIS.
De hecho, “ritmos” en griego significaba «movimiento medido». Y uno de los elementos (no único ni necesariamente esencial) que son base de la poesía es –insisto– el mismo número de sílabas en cada verso.
En los diez versos hexasílabos de su poesía puede notarse que el 2º, 4º y 10º verso acaba con palabra aguda por lo que se cuenta una sílaba más, a saber 5 + 1 = 6.
Es precisamente esa particularidad, la que provoca la percepción de MUSICALIDAD en su poesía.
En los cuatro primeros versos, queda perfectamente destacado la circunstancia especial entre él y ella, sea un hecho o solamente una percepción de su enamoramiento. Y el ritmo que se produce por las sílabas finales graves y agudas da estabilidad a la descripción para que los lectores rápidamente entendamos el problema.
Pero los siguientes versos, del 5º al 9º, donde mayormente manifiesta la posibilidad que tiene de entregarse al amor de otros que la desean, son todos terminados en sílabas graves y ello genera cierta tensa expectativa.
Pero en el verso 10º, el último, abriendo su corazón cierra concluyentemente la poesía, dejándonos en claro su anhelo. Ese verso terminado en sílaba aguda, resulta en un contundente y rotundo final.
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